Valparaíso, con su riqueza histórica y su pasado ligado al comercio marítimo y ferroviario, alberga una de las estructuras más emblemáticas de su era industrial: la tornamesa del ferrocarril. Este mecanismo, que alguna vez fue crucial para la operación de locomotoras, hoy es un testimonio de la importancia que tuvo el ferrocarril en el desarrollo de la región y del país.
La tornamesa es una plataforma giratoria diseñada para cambiar la dirección de las locomotoras sin necesidad de maniobras complejas en los rieles. Estas estructuras eran esenciales en estaciones terminales o patios de maniobras donde las locomotoras requerían reorientarse para continuar su recorrido.
En Valparaíso, la tornamesa estaba vinculada al Ferrocarril de Valparaíso a Santiago (FCS), inaugurado en 1863. Esta línea ferroviaria fue un hito en la historia del transporte chileno, facilitando la conexión entre la ciudad-puerto y la capital, contribuyendo así al crecimiento del comercio y la economía nacional.
Durante la segunda mitad del siglo XIX y gran parte del siglo XX, el ferrocarril fue el principal medio de transporte de carga y pasajeros en Chile. La tornamesa de Valparaíso se utilizó intensivamente en este período, dado que la ciudad era un nodo ferroviario clave, con conexiones a otras ciudades costeras y del interior del país.
Sin embargo, con el auge del transporte automotor y la crisis del sistema ferroviario a partir de la segunda mitad del siglo XX, muchas estructuras ferroviarias quedaron en desuso. La tornamesa de Valparaíso no fue la excepción, y con la modernización de los sistemas de transporte y la disminución del uso de locomotoras a vapor, su función original se volvió obsoleta.
Hoy en día, la tornamesa de Valparaíso es considerada un patrimonio industrial y ferroviario, y existen iniciativas para su conservación y puesta en valor. Su estructura, aunque deteriorada por el paso del tiempo, sigue siendo un punto de interés histórico y turístico para quienes buscan conocer el pasado ferroviario de la ciudad.
El valor de esta tornamesa radica no solo en su función original, sino en lo que representa: una era de progreso, tecnología y conexión que marcó a Valparaíso y a Chile entero. Su conservación permitiría mantener viva la memoria del ferrocarril y su impacto en el desarrollo de la región.
La tornamesa de Valparaíso es un vestigio de una época en la que el ferrocarril dominaba el transporte en Chile. Su historia refleja la evolución de la ciudad y la importancia que tuvo el ferrocarril en su crecimiento. Con iniciativas adecuadas de restauración y conservación, esta estructura podría convertirse en un punto de interés para futuras generaciones, preservando así un capítulo fundamental del patrimonio ferroviario de Valparaíso y del país.